Un bebé acarrea un montón de necesidades que debemos organizar para poder ausentarnos de casa unas horas e ir a trabajar. Necesidades que van desde el cuidado básico, la alimentación, la higiene, el entretenimiento a la salud. A continuación encontrarás algunas ideas que deberás tener en cuenta para organizar tu vuelta al trabajo.
Empresa: comunica con la mayor anticipación posible tu reincorporación o fin de la baja maternal (al menos 15 días antes), o la excedencia si has elegido esa opción.
Si deseas acogerte a tu derecho de reducción de jornada (un mínimo de un tercio y un máximo de la mitad de la jornada), infórmate bien de todos los pasos a dar, los más importantes son primero, comunicarlo por escrito indicando el periodo de inicio de la reducción de jornada y sobretodo que es por guarda legal y custodia de un hijo menor. Y segundo, pedir su contestación escrita conforme que comunican la reducción de jornada a la Seguridad Social. Esto último es muy importante porque a la hora de un despido o de cobrar el desempleo te computará como si estuvieses a jornada completa.
A continuación te mostramos una carta tipo que te servirá de modelo para informar a tu empresa de la reducción de jornada (ver carta).
Cuidador: debes plantearte muy en serio quien se va a ocupar de tu hijo. Quizás seas de las afortunadas que pueden combinar los horarios laborales con los de tu pareja, aunque la inmensa mayoría tiene que buscar alternativas como abuelos, guardería o canguro. Valora todas las opciones y elige la que mejor se adapte a tus necesidades. Has de tener en cuenta disponibilidad, experiencia, horarios, ubicación y precios.
Cuando llegue el momento deberás hacer una separación progresiva, al inicio te podrás ausentar muy poco rato e ir aumentándolo. Sea cual sea el cuidador que hayas elegido le deberás enseñar y explicar las costumbres y modo de hacer que deberán llevar a cabo con tu hijo.
Alimentación: es primordial que se mantengan los horarios. Si le estás dando el pecho puedes continuar con la lactancia materna extrayéndote leche unas semanas antes y congelándola (dura 3 meses en el congelador), o bien extrayendo la toma de la noche, si ya no la hace, y guardándola en la nevera (dura 2 días en el frigorífico). También puedes optar por las leches de fórmula para las tomas en las que te ausentas, continuando con la lactancia materna en las tomas que te sean posibles, en este caso te aconsejamos que empie. ces a introducir el biberón una o dos semanas antes para ver si lo acepta bien.
Organización: con tu vuelta al mundo laboral deberás reajustar todas las tareas de casa, organizando, simplificando y delegando los quehaceres. No pretendas ocuparte de todo, mentalízate de que no tienes que hacer tú todo el trabajo y que éste se puede repartir entre todos los miembros de la familia. Ten en cuenta que un exceso de responsabilidades familiares y laborales puede poner en riesgo tu salud y bienestar, lo que al final repercutirá en toda la familia. Quizás debas plantearte el contratar a una asistenta que te ayude con las tareas domésticas mientras te ocupas del bebé, la compra, la colada…
Ocio: tu vuelta al trabajo no debe significar “no tener tiempo” de hecho, debes aprender a disfrutar y a dedicar con exclusividad parte de tu tiempo con tu pareja a solas y también con tu hijo, todos los días. Recuerda que más vale calidad que cantidad en cuanto a compartir tiempo y actividades se refiere.