Si se pone celoso de ver mamar al bebé, puedes irte a otra habitación, al menos hasta que comience a considerarlo algo normal.
Es bueno regalarle un muñeco al que pueda bañar, dar de comer, vestir… Si se parece a su hermanito, mejor y si le compras cosas parecidas a las que tiene el bebé de verdad, podrá imitarte y descargar de esa manera mucha de sus tensiones.
Un remedio infalible para tranquilizar sus celos es acostar al bebé y, entonces, dedicarle un rato exclusivamente a él. Puede ser el momento antes de ir a dormir o el baño o algún paseo a solas con él.
Debes pedir a las visitas que no dirijan su atención exclusivamente al recién nacido. Si llevan un regalo para él, conviene avisarles que también traigan un detalle para el mayor.
Repetirle lo bueno que es ser mayor y las ventajas que tiene (se acuesta más tarde, cena con los padres, se sienta a ver televisión…)
Durante los primeres meses de la vida del hermanito debemos fomentar las relaciones sociales del mayor. Si ya va al colegio o a la guardería, procura que no se modifique demasiado su vida cotidiana. Déjalo que juegue con sus amigos fuera de casa y que salga con sus tíos o primos sin el bebé, incluso con papá o mamá para jugar a solas.