Los mareos durante el embarazo son una experiencia común, especialmente en el primer y tercer trimestre. Estos síntomas a menudo se manifiestan a través de sudores, visión borrosa, palidez y sensación de aturdimiento.
Aunque los mareos en el embarazo pueden resultar incómodos, es importante reconocer que en algunos casos pueden incluso llevar a desvanecimientos, lo que podría representar un riesgo para la futura mamá. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas para evitarlos, ya que existen causas específicas que los desencadenan.
Causas de los mareos en el embarazo
¿De dónde vienen los mareos en el embarazo? Los motivos por los que puedes sentirte mareada durante la gestación son fundamentalmente los siguientes:
- Se producen una serie de cambios fisiológicos en el sistema cardiovascular. Son muchos los cambios que se producen en general en el organismo para prepararse de cara a la gestación pero el incremento del volumen sanguíneo y la reducción de la tensión arterial son algunos de ellos. Hay ocasiones en que nuestro sistema cardiovascular no se adapta de una forma tan rápida como el propio organismo le exige y esta es una causa de los mareos en el embarazo. No descartéis también algún pequeño problema de anemia para que éstos se produzcan.
- Aunque algo hemos comentado en el punto anterior, durante el embarazo se reduce la presión sanguínea lo que provoca tener la tensión baja. También ocurre que, al estar mucho tiempo de pie, se acumula sangre en las extremidades inferiores, y eso reduce la tensión. La vena cava inferior se comprime al tumbarnos boca arriba y eso también ayuda a reducir la tensión. Y, por supuesto, si no nos hidratamos correctamente corremos el riesgo también de que nuestra tensión se reduzca considerablemente. En cualquier caso, notaremos este mareo al levantarnos.
- Además, la hiperosimia u olfato hipersensible también puede generar estos mareos en el embarazo. Muchas mujeres desarrollan una sensibilidad olfativa aumentada debido a la gran producción y secreción de estrógenos, lo que puede provocar aversiones a ciertos olores y desencadenar náuseas. Incluso olores comunes en entornos cotidianos pueden generar malestar y mareos, especialmente en los primeros meses de gestación.
- Por último, otra de las causas que producen los mareos en el embarazo es la falta de azúcar, por lo que tenemos que tener un control más habitual de nuestro nivel de azúcar en sangre. Pasar más de tres horas sin comer puede ser contraproducente y provocar estos mareos en el embarazo. Por tanto, es recomendable llevar a cabo una alimentación equilibrada y frecuente para evitar estos episodios molestos y asegurar un embarazo más cómodo.
Medidas para evitar mareos en el embarazo
- No estar de pie durante mucho tiempo y si lo estamos movernos caminando para estimular la circulación.
- Levantarse lentamente tras pasar mucho tiempo sentada o tumbada. Tumbarse de lado a la hora de descansar o de dormir, especialmente a partir del cuarto mes.
- Hidratarse de forma adecuada.
- Alimentación adecuada, sana y rica en hierro tratando de no dejar pasar más de tres horas entre cada comida.
- Opta por baños o duchas de agua templada, evita el agua muy caliente.
- Permanecer en lugares bien ventilados y frescos puede ayudar a prevenir la sensación de mareo, ya que el calor y la falta de circulación de aire pueden empeorar los síntomas.
- La práctica regular de ejercicios de respiración profunda puede mejorar la oxigenación del cuerpo y reducir la probabilidad de mareos en el embarazo.
- Aunque parezca un cliché, necesitas descansar bien. El sueño adecuado es esencial durante el embarazo, ya que permite ayudar a prevenir la fatiga y los mareos.
Finalmente lo que te recomendamos si te encuentras con mareos en el embarazo es que te tumbes sobre tu lado izquierdo, ya que se facilita así la llegada de sangre al corazón. Recibe aire con un abanico o con corriente y toma un refresco con azúcar para subir los niveles.
Y recuerda, no dejes de consultar a tu ginecólogo/a si estos mareos o náuseas se producen con una frecuencia mayor que la deseada y se juntan con otros síntomas.