Por fin llegó el día en el que tu bebé llegó al mundo, podrás observar que su comportamiento es el mismo al que mantenía durante el vientre, mantendrá sus brazos y piernas flexionados cerca de su cuerpo y sus dedos apretados fuertemente hacia adentro. La posición preferida y más cómoda del bebé mientras se adapta a su nuevo ambiente.
El bebé empezará a hacer sonidos de susurro o balbuceo para intentar comunicarse contigo. Uno de esos sonidos que debes tener muy en cuenta es cuando llora o hace ruidos fuertes. Como sabes, el bebé no está acostumbrado al nuevo ambiente, por lo que es importante mantener tu hogar con poco ruido y evitar las alteraciones alrededor del bebé.
¿Qué debes hacer?
Como los sentidos de tu bebé se están desarrollando en el nuevo ambiente, debes evitar los olores fuertes, reproducir música que le brinde tranquilidad, hablarle constantemente y mantener la superficie lo más limpia posible, pues uno de los sentidos más importantes del bebé es el tacto y generalmente lo podrás ver experimentando nuevas sensaciones después de haber habitado en un espacio liquido en el vientre, con estas sensaciones, el bebé aprenderá a diferencias objetos fuertes en comparación de los suaves y reconfortantes.
¿El vínculo entre la madre y el bebé?
El vinculo forjado entre la madre y el bebé es de apego gracias al tiempo de embarazo y la primera vez que el pequeño reposa sobre el pecho de su madre. Este instinto biológico ocurre en los primeros momentos tras el nacimiento, garantiza la supervivencia del recién nacido y promueve la comunicación entre padres e hijos.
Además, durante la lactancia, el bebé sabe que quien lo alimenta es su madre, por lo que se pone en marcha una serie de mecanismos necesarios para que siga manteniendo el apego, fortaleciendo la relación entre madre e hijo.
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